La Meningitis
En los últimos meses la región se ha visto afectada por numerosos casos de meningitis. Si bien desde el Ministerio de Salud de la provincia descartan que se trate de un brote, nunca está de más recordar las principales características de esta enfermedad, que se reconoce como tal a principios del siglo XIX.
La meningitis es la inflamación, de las envolturas y membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Generalmente se produce por una causa infecciosa, y es provocada por virus, bacterias, agentes químicos e, incluso, células tumorales. Es una de las infecciones más grave que daña el Sistema Nervioso Central.
*Cuáles son los síntomas de la meningitis?
Aunque cada persona puede experimentarlos de maneras distintas, los síntomas más frecuentes son la presencia de fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, rigidez en el cuello, poca tolerancia a la luz brillante (Fotofobia), dolor en las articulaciones, somnolencia y convulsiones.
En los niños pueden además se pueden incluir como síntomas a tener en cuenta la fiebre, el llanto fuerte, si la piel se encuentra pálida y con manchas, si el niño no tiene hambre, vómitos, inquietud y nerviosismo, espalda arqueada y dificultad para despertarse.
Es muy importante saber y tener en claro que estos síntomas pueden no producirse todos a la vez y que no todas las personas que contraen meningitis los padecen. Es por esto que resulta fundamental la consulta con los médicos para el diagnóstico.
*Cómo se contagia?
La mayoría de las meningitis virales, se trasmiten por la vía fecal – oral (ano, manos, boca). Es por esto que es muy importante extremar las medidas básicas de higiene: el lavado de las manos, el cuidado en la eliminación de la materia fecal y los pañales y mantener la limpieza adecuada de los baños y de los elementos que se utilizan en la preparación de la comida de los niños.
También existen otros tipos de meningitis virales menos frecuentes que se transmiten por las vías respiratorias. En estos casos las bacterias se transmiten a través de la tos y el estornudo.
La meningitis puede incubarse durante un período de 2 a 10 días y, aunque se desarrolla en cualquier momento del año, su pico es en el invierno y en la primavera.
Como datos importantes a tener en cuenta cabe recordar que entre el 10 y el 25% de la población total son portadoras en la nariz y garganta de estas bacterias. Además uno de cada cuatro adolescentes alberga gérmenes meningococcicos.
*Cómo se previene?
Gracias a los avances científicos se cuentan con vacunas para prevenir este tipo de infección. Dentro de las vacunas para la prevención de estas infecciones podemos destacar:
Antimeningoccica para Tipo C (indicada en menores de 2 años. /li>
Antimeningoccica para Cepa B y C (indicada en niños mayores de 4 años)
Antihaemofilus influenzae, vacuna incluida en el calendario obligatorio de Argentina y otros paises del mundo
Vacuna BCG: vacuna que previene las infecciones graves producidas por el bacilo de la tuberculosis (miliar y meningitis)
El vacunar a un niño no sólo lo protege contra la enfermedad sino también protege al entorno del mismo al disminuir la incidencia de enfermedad.
Belén Musolino
En los últimos meses la región se ha visto afectada por numerosos casos de meningitis. Si bien desde el Ministerio de Salud de la provincia descartan que se trate de un brote, nunca está de más recordar las principales características de esta enfermedad, que se reconoce como tal a principios del siglo XIX.
La meningitis es la inflamación, de las envolturas y membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Generalmente se produce por una causa infecciosa, y es provocada por virus, bacterias, agentes químicos e, incluso, células tumorales. Es una de las infecciones más grave que daña el Sistema Nervioso Central.
*Cuáles son los síntomas de la meningitis?
Aunque cada persona puede experimentarlos de maneras distintas, los síntomas más frecuentes son la presencia de fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, rigidez en el cuello, poca tolerancia a la luz brillante (Fotofobia), dolor en las articulaciones, somnolencia y convulsiones.
En los niños pueden además se pueden incluir como síntomas a tener en cuenta la fiebre, el llanto fuerte, si la piel se encuentra pálida y con manchas, si el niño no tiene hambre, vómitos, inquietud y nerviosismo, espalda arqueada y dificultad para despertarse.
Es muy importante saber y tener en claro que estos síntomas pueden no producirse todos a la vez y que no todas las personas que contraen meningitis los padecen. Es por esto que resulta fundamental la consulta con los médicos para el diagnóstico.
*Cómo se contagia?
La mayoría de las meningitis virales, se trasmiten por la vía fecal – oral (ano, manos, boca). Es por esto que es muy importante extremar las medidas básicas de higiene: el lavado de las manos, el cuidado en la eliminación de la materia fecal y los pañales y mantener la limpieza adecuada de los baños y de los elementos que se utilizan en la preparación de la comida de los niños.
También existen otros tipos de meningitis virales menos frecuentes que se transmiten por las vías respiratorias. En estos casos las bacterias se transmiten a través de la tos y el estornudo.
La meningitis puede incubarse durante un período de 2 a 10 días y, aunque se desarrolla en cualquier momento del año, su pico es en el invierno y en la primavera.
Como datos importantes a tener en cuenta cabe recordar que entre el 10 y el 25% de la población total son portadoras en la nariz y garganta de estas bacterias. Además uno de cada cuatro adolescentes alberga gérmenes meningococcicos.
*Cómo se previene?
Gracias a los avances científicos se cuentan con vacunas para prevenir este tipo de infección. Dentro de las vacunas para la prevención de estas infecciones podemos destacar:
Antimeningoccica para Tipo C (indicada en menores de 2 años. /li>
Antimeningoccica para Cepa B y C (indicada en niños mayores de 4 años)
Antihaemofilus influenzae, vacuna incluida en el calendario obligatorio de Argentina y otros paises del mundo
Vacuna BCG: vacuna que previene las infecciones graves producidas por el bacilo de la tuberculosis (miliar y meningitis)
El vacunar a un niño no sólo lo protege contra la enfermedad sino también protege al entorno del mismo al disminuir la incidencia de enfermedad.
Belén Musolino
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