miércoles, 20 de junio de 2007

¡UN GUARDAVIDAS A LA VISTA!

Ayer opté por salir a caminar por el canalito de General Roca para distenderme y dejar un poco el encierro y la rutina atrás. Es un espacio para caminar o correr, sentarse a matear o simplemente tirarse sobre el cespd. La caminata fue corta porque se me ocurrió ir a ver que hace la gente en un club, por lo tanto entré al que estaba más cerca: el Club del Progreso (ubicado entre las calles San Martín, España y Maipú).

Me encontré con un Guardavidas de nombre Silvio de la Cruz. Te voy a contar un aspecto de su historia de vida, de manera muy reducida, en relación con la salud.
Tiene 35 años, se inició en esa tarea cuando tenía 15 años y los Guardavidas profesionales que conoció en Viedma, en las orillas del río Negro, le enseñaron la profesión. Hizo otros trabajos que le dejaron más sufrimientos que gratificaciones, y al llegar a Roca, tuvo la oportunidad para dedicarse de lleno a lo que le apasiona.

En 1989, un poco antes cumplir los 18 años recibío su título de Guardavidas, luego de rendir un exigente exámen al que se denomina reválida, según la ley 3708/002 en la que podemos leer el texto aprobado. Año a año debe revalidar para seguir ejerciendo. Hace un mes obtuvo otro título, el de Instructor de Gimnasia, y no para porque se está preparando para obtener otro título que le permitirá instruir en gimnasia a embarazadas en etapas de pre y post parto, dentro y fuera del agua.
También tiene 110 alumnos de natación durante la semana. Gente de diversas edades se acerca al club para disfrutar del agua climatizada y de la atención de Silvio y de otros profesores de natación.

Cuando habla de su ocupación o de la gente que asiste, lo hace con pasión, con conocimiento y con cariño por algunas personas que han comenzado a nadar con mucho temor, en especial, de las personas de la tercera edad o con discapacidades, que por lo general padecen de problemas de salud como artrosis, stress, sedentarismo, depresión. "La natación, -dijo el guardavidas/instructor -es una actividad que puede hacerse sin mayores riesgos.
Las lesiones musculares son practicamente nulas, y las sensaciones que produce flotar o apreder a nadar permite recuperarse mentalmente en primer lugar, y físicamente después, en un corto tiempo. Muchas personas vienen muy tensas pero es muy gratificante verlos progresar, sonreír, sentirse complacidos tanto cuando vienen, como cuando se van. Yo recibo mucho cariño aquí" me aseguró con una sonrisa.
Me pareció interesante saber porque va la gente a ese lugar por eso te lo conté, porque además es importante saber cómo ciertas personas como Silvio de la Cruz, a pesar de muchas dificultades, logró estabilizarse en un trabajo que requiere estar siempre bien alerta y en buen estado físico, mental y espirtual, ya que constantemente alienta a las personas a la superación.

(En la misma pileta se prepara también el equipo de natación de competición, que representa al club en diversas ocaciones y en cualquier punto del país, pero con otro profesor.)

Además, si estás pensando venir a esta ciudad y querés tirar unas braceadas, poder encontrar un espacio para relajarte en las tibias aguas de la pileta del Club del Progreso.(¡Lástima que no me pagan por esto!).

Aunque podría intentar una beca para ir a desestresarme, pero a mi me gusta el atletismo, el voley, el basquet, que de hecho los practiqué por 15 años aproximadamente, deportes por los que conseguí algunas lesiones relacionadas con cada uno de ellos.


PARA PODER SEGUIR CONTÁNDOTE, VOY A INVITARTE A LEER UNA PRODUCCIÓN QUE TITULARÉ "Pobrecitas las rodillas" , que no deja de ser un problema que afecta la salud mental.

Edita Garrido Douglas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No quiero ser agua fiestas,pero... para ser guardavidas profesional, hay que hacer un curso de 12 meses y no de 4 meses como lo hacen en Viedma; y para recibirse hay que ser mayor de 18 años.
El que no cumple con estos requisitos es el famoso "bañero".